domingo, 15 de abril de 2012

Palabras de inocencia...

Y tras una tonta discusión, sólo supo decir:
   - Te “amio”.
   - ¿Qué? -preguntó él sorprendido.
   - Pues eso, que no te enteras: que te amo y te odio.
   - Pero...
  - ¡Que no te das cuenta de que siempre te he querido! y sólo consigues que te odie a la vez... Que estoy harta -su voz se entrecortaba iracunda y una lágrima comenzaba a brotar-, que después de tanto tiempo necesito más de ti, que ya no soy capaz de conformarme con ser la estúpida amig...
   - Anda, tonta, ven aquí -interrumpió mientras le estrechaba las manos y tiraba de ella hacia sí-. Calla y sólo bésame; cierra los ojos y, mientras te queden fuerzas, ámame.

lunes, 19 de marzo de 2012

Huellas imborrables

Simplemente y en todos los sentidos que el día de hoy pueda ser considerado por ti, felicidades allá donde estés... porque para mí fuiste como tal.

martes, 17 de enero de 2012

A ti, poeta

Quisiera ser tu musa
como otra que con su aura
-entre endecasílabosfue musa de aquél.


Quisiera ser tantas cosas
tu isla, tu estrella,
tintero o ligero papel


Quisiera ser dibujada
en tu blanco lienzo de ideas;
quisiera ser descrita por tu locuaz pluma,
afilada,
que abrasa cada palabra trazada.
                                       (Diciembre de 2011)


Cuando las ideas, los conceptos, las palabras... ya carecen por completo de todo sentido.

sábado, 31 de diciembre de 2011

Cerrando años y abriendo etapas

En momentos en los que empiezas a plantearte mil y un millón de cosas diferentes en tu vida, en los que te pierdes en tu camino y en tu ser, en periodos en los que todo en derredor tuyo comienza a cambiar y te sientes estancada y atemorizada por el curso de los acontecimientos, en los que comienzas a ser consciente de que otra etapa ha de surgir, inevitable, en poco tiempo, en los que todo comienza a mutar; entonces, surge algo, situaciones, aparecen personas nuevas y variopintas, personas que ya estaban pero en otro estado... que hacen saltar la chispa y consiguen que empieces a ver las cosas de otro modo, que empieces a abrir horizontes hacia otras formas de ver el Mundo, hacia otras formas de verte a ti misma, de replantearte como vivir tu propia vida sin ser simplemente remolcada por otras corrientes. Ese algo se ha venido gestando dentro de mí durante estos últimos doce meses, unos meses que han ido delineando lo que iba a ser el final de este año 2011 que ya toca su fin.

Estos 12 meses han sido muy completos e indudablemente han marcado el desenlace de un capítulo que años ha deje inconcluso, pero claro está que también marcan un inicio. El inicio de una nueva yo que rompe con un millón de cosas (dejando a salvo siempre lo realmente importante), que rompe el cascarón y abre los ojos a una nueva luz. No se pueden enumerar ni explicar, ni por asomo, siquiera la mitad de las circunstancias que llevan a tomar esos nuevos caminos; pero sí es cierto que existen "cosas" que, aunque no se sea consciente de ello en el momento o no les demos la importancia que merecen, marcan profundamente algo en tu alma, en tu persona.  Así digo que espero que el rumbo que tome esta nueva "yo", que surge marcada también por el naciente 2012 y por la entrada en la cifra de los 25, siga las coordenadas sugeridas por el año que ya acaba.


Para despedir al 2011, o si se prefiere, dar la bienvenida al 2012: sólo puedo alabar, ensalzar y achuchar a mi pequeño, a mi gran hombrecito, a mi hijo; agradecer su incondicional estar y ser a ciertos personajillos con los que he compartido grandes momentos "de perdidos al río", sabemos que nada quedará en el pasado y que perdurará; tampoco puedo olvidarme de ciertos familiares, compañeros, filósofos, químicos, economistas, músicos y poetas que me han guiado, aconsejado y entregado su amistad; ya que hablamos de cambio, tampoco pueden faltar esos personajos que han aparecido en mi vida a partir del 3 de octubre con los que intuyo que quedan grandísimos momentos por compartir en países de fantasía y calles de piruleta, en autobuses con libros y cesped con golosinas, y de ningún modo puedo poner el punto y final sin citar unas palabras que leí no hace mucho en un gran libro recomendado por un amigo, unas palabras que resumen perfectamente el punto en que me encuentro:
"El pájaro rompe el cascarón. El huevo es el Mundo. El que quiere nacer tiene que romper un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El Dios se llama Abraxas." 
                                             H. Hesse, "El pájaro rompe el cascarón", en Demian. 

Ciao 2011; benvenuto 2012, ci vediamo dopo le dodici uve.


sábado, 24 de diciembre de 2011

Un jirón de añoranza

Añoro los viajes en bus y llegar a la estación de Madrid, buscar tu mirada y sonreir.
Añoro subir a ese "Ford", e ir detrás contando estrellas, pasar por Cibeles y, de fondo, "Las cuatro estaciones" oír.
Añoro el olor a madera al entrar en el viejo portal y el eco de nuestros pasos al pisar cada antiguo escalón.
Añoro pasear de la mano que me daba calor, ir contigo a por pan, en las aceras grises saltar y jugar a fumar con el vaho de mi respirar.
Añoro el chirriar del carro de la cena por el pasillo al andar, el olor a naranja al despertar, el run-run de tu máquina de afeitar y las palomas en la cocina ulular.
Añoro el turrón de la tienda de siempre, el  pastel de gloria de "Casa Mira", tus quejas con el blando al pringarte y el roscón de "Rodilla".
Añoro ir al cine contigo, ver "La Bella y la Bestia" y tener que despertarte y cada 28 de diciembre, por tu cumpleaños, felicitarte.
Añoro tu ajedrez, el cli-cli de tu máquina de escribir, los tebeos de tu "ABC", tu despacho en soledad...
Te añoro a ti, para mí todo éso es Navidad.

martes, 13 de diciembre de 2011

Azucarillos con miga

Hoy, estando en la cafetería de mi facultad charlando con unos amigos, me he dado cuenta, después de dos meses de clases (¡que ya es delito!), de que los azucarillos traen mensaje, citas de diferentes literatos y pensadores. No he podido por menos que verme en la obligación de transcribir aquí esta cita de Cela, me he quedado a cuadros y no hemos podido evitar soltar la carcajada los allí presentes, pero la verdad que no le falta razón:

                "No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo."
                           Camilo José Cela